Pentecostes

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Pentecostes

En estos días vamos a celebrar la fiesta de Pentecostés y a través del boletín de los equipos, quiero compartir algunas ideas que nos ayuden a profundizar en este gran regalo, que Cristo resucitado nos envió a la naciente iglesia. Su Espíritu Santo.

Siempre se ha dicho que el Espíritu Santo es el gran desconocido, para los cristianos. Sin embargo, Cristo resucitado nos lo envía, porque Él sabe que sin su ayuda nada podemos hacer.

El Espíritu Santo actúa en los cristianos para hacerlos verdaderos evangelizadores, y despliega su poder en la Iglesia y sus ministros para que mediante los sacramentos hagan renacer y alimenten a los hombres con la vida divina.  Él es la vida divina. Él es el Espíritu de unidad porque une a Cristo con el Padre, y mantiene unidos a los cristianos en una sola Iglesia.

El Espíritu Santo actúa en los cristianos para hacerlos verdaderos evangelizadores, y despliega su poder en la iglesia y en su ministros.

Él es el Espíritu de unidad porque une a Cristo con el Padre y mantiene unidos a los cristianos en una sola Iglesia, la única Iglesia de Cristo.

El Espíritu Santo ha sido enviado para que todo el que crea en Él tenga vida y vida en abundancia. Él no ha venido a traernos una simple vida humana, sino la vida eterna que no es sólo vivir temporalmente, sino una Vida de felicidad y plenitud para siempre, porque estaremos en una felicidad de gloria permanente.

El Espíritu ha sido enviado para darnos la plenitud de Dios y la tengamos  en el tiempo y en la eternidad. Con el gozo infinito de los hijos de Dios…

Es vivir en intimidad y familiaridad con Dios como vive Jesús. Jesús tiene esa vida, y ha venido a dárnosla a raudales, en abundancia tal que salte hasta la vida eterna.

 

Antonio Olmo Civanto S.I.

Consiliario de cuatro equipos en el Puerto de Santa María