Llamados a interceder
Sevilla, a 9 de abril de 2020.
¡Queridos hermanos equipistas!
Nos dirigimos a vosotros hoy Jueves Santo, cuando comenzamos el Triduo Pascual, la fiesta grande que justifica nuestra Fe. Celebramos un solo misterio, que se despliega en la entrega sin reservas de nuestro Señor, en su pasión hasta morir clavado en la cruz y ser sepultado, y en su gloriosa resurrección. El que se entregó del todo, hasta poner su último aliento en manos del Padre, vive para siempre y nos derrama su Espíritu. Sí, resuena nuestra confesión: ¡Cristo vive, vive para siempre, y nos comunica su vida plena a quienes pasamos, como él, el trance de la muerte!
Este año se nos ensancha el corazón al contemplar la entrega generosa, desinteresada, total, del personal médico y sanitario, de las fuerzas de seguridad del Estado y de las fuerzas armadas, de quienes nos proveen de lo necesario, de quienes atienden a los últimos, a quienes sufren el zarpazo del paro, la angustia de no poder sacar adelante la economía familiar y de su empresa. Su entrega resplandece cuando contemplamos la entrega de Cristo. Y no podemos menos que dar las gracias, porque cada uno de nosotros recibe vida de los que se entregan.
Este año es más punzante la contemplación de la pasión. Los enfermos atestiguan un abatimiento como el que dejó en el Señor el flagelo, ahogo como en su crucifixión, soledad como en el huerto. Difuntos cuyos cadáveres se gestionan deprisa, sin acompañamiento… como el mismo Señor. Nos cruje a todos la angustia de los familiares durante la enfermedad y el duelo. Nada que no contemplemos en los misterios de la Pasión. Como cuando descendemos con Jesús al lugar de los muertos y acompañamos la angustia y la soledad de Nuestra Señora.
Y como equipistas, en todo, nos ejercitamos en la comunión, especialmente a través de la oración de intercesión. Durante el confinamiento hemos asistido a la consagración de Portugal y España al Corazón Inmaculado de María, pronunciada por el cardenal patriarca de Lisboa en Fátima: ¡cómo no sentir una viva emoción, por los vínculos tan estrechos que tenemos con este santuario! Y hemos asistido a la bendición urbi et orbi, que impartió del Papa Francisco con el Santísimo expuesto, con el fondo de una plaza de San Pedro vacía de público palpable, y a la vez tan llena de la humanidad entera. Y hemos podido gozar las eucaristías celebradas por el Padre Ricardo Londoño desde Bogotá para todos los ENS. Tres ejercicios del sacerdocio a los que nos incorporamos, nosotros todos que somos sacerdotes, profetas y reyes desde el bautismo, mediante la oración de intercesión… como Cristo resucitado intercede por nosotros perpetuamente ante el Padre.
Por ello os animamos a seguir adelante con vuestra vida de matrimonios cristianos, intensificando los puntos de esfuerzo, con la vida de Movimiento aprovechando las nuevas tecnologías, realizando las reuniones de equipo virtualmente, participando en los actos comunes a los que se os convoquen (Ej. Misas del ERI). Y recordad que si queréis que los intercesores-ENS recen por alguna intención concreta, tenéis que comunicadlo al correo electrónico: intercesores@equiposens.org.
Con el corazón unido a todos los equipistas de España y a sus consiliarios. Un fuerte abrazo.
Pedro, Rocío, Pep y el Equipo Superregional.