LA INMACULADA CONCEPCIÓN
La única definición de Dios nos la da San Juan en su Evangelio, diciendo que "Deus Caritas est" Dios es Amor y además que "a Dios, nadie lo ha visto".
Sin embargo, esa "imagen y semejanza" de Dios, se vislumbra y alcanza su perfección en la mujer que Él elige para ser la Madre de su Hijo y de todos nosotros, su Iglesia. Iglesia que, a través de un amor profundo hacia Ella, meditado, sentido, la proclama como eclosión de dicho Amor, "sin mancha", Mater Inmaculada. ¿Cómo podría tener alguna mancha el primer Sagrario donde estuvo Jesús, en su vientre?
Cuando contemplamos la Inmaculada, los sentimientos de nuestro amor por Ella, se funden en el Mafníficat, el Ave María, el Acordaos, la Salve, el Rosario, el Bendito sea tu Pureza y hasta el más humilde de los villancicos.
Al contemplarte, Virgen Inmaculada, siento en mi corazón tu Amor, tu humildad, tu entrega, tu dulzura, tu silencio, tu Alegría, tu abnegación, tu confianza, tu sencillez, tu Belleza.
Santa Madre de Dios, ayúdanos a decir nuestro "si", a llevar el Evangelio en nuestra vida. Guíanos por el camino de Santidad al que estamos llamados.
Ruega por nosotros.
Nicolás y Zenaida (Sevilla 120)