Discernir lo que viene de Dios

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Discernir lo que viene de Dios

El papa, en su escrito para la Cuaresma de este año nos invitaba a reflexionar sobre quién se deja sugestionar por las “lisonjas de un placer”, por la “ilusión del dinero” o por una vida completamente virtual. Se trata de verdaderos estafadores que solo ofrecen cosas sin valor y quitan lo más valioso, como la dignidad, la libertad y la capacidad de amar. Cada uno, por eso, está llamado a discernir y a examinar en su corazón si se siente amenazado por las mentiras de estos falsos profetas, reconociendo sin embargo las que dejan en nuestro interior una huella buena y más duradera, porque vienen de Dios y ciertamente sirven para nuestro bien.

No se pueden precisar límites exactos en lo que es lujo y es necesidad, pero sí hay una regla de oro en lo que debería ser en general un estilo de vida que pudiese ser clasificado de moral: “economía austera y al servicio de los demás”. Pero ¡atención!, el objeto de ser austero no tiene validez por sí mismo. No se trata de ser austero para llenar la cuenta corriente. Se trata de ser austero para ser solidarios. San Agustín dice “que todo aquello que tenemos y que no es estrictamente necesario para vivir se lo debemos a otros”.

Y todo esto, ¿a dónde nos lleva? Los que pertenecemos a este Movimiento de los Equipos de Nuestra Señora, es decir nosotros, conocemos muy bien la expresión “cotización”, pero a veces no la tomamos con la profundidad y seriedad que se merece. Es necesario que a esta cotización de todo el equipo se le dé la importancia que tiene.

Uno de los esfuerzos que pide el movimiento a cada matrimonio es “dar cada año, a modo de cotización, el fruto de una jornada de trabajo, para asegurar la vida material y el progreso de la asociación, a la que deben, en parte, su enriquecimiento espiritual” (Carta fundacional). Esta cotización, conocida entre nosotros como Día de haber, es la forma de ayudar económicamente para que los Equipos de Nuestra Señora puedan subvencionar los gastos que el Movimiento realiza para el enriquecimiento de todos (temario, cartas, boletines, que recibimos de forma gratuita y jornadas, ejercicios...), tanto a nivel nacional como internacional. Si los Equipos de Nuestra Señora no son un semillero de hombres y mujeres listos para asumir con coraje todas sus responsabilidades en la Iglesia y en la sociedad, pierden su razón de ser(Henri Caffarel).

También queremos aprovechar desde estas líneas, para dar nuestro mayor agradecimiento tanto a nivel personal, como del equipo de la Superregión por las ayudas solidarias recibidas en la cuenta bancaria abierta a favor de la solidaridad para el Encuentro Internacional de Fátima.

Mª Carmen Silla y Enrique Ros, responsables de economía de la Superregión